ERMITA DE SANT JOAN DE MOSQUERA

La partida rural Mosquera tiene su origen en una alquería morisca que tenía ese mismo nombre. En 1577 el poblado llegó a contar con treinta casas, varios riuraus, una era, una tahona (molino de harina), el horno de pan cocer, una almazara y diversas infraestructuras agrícolas e hidráulicas, como un pozo y una noria.

 

Ese mismo año, Juan de Ribera erigió la ermita de Sant Joan de Mosquera y escogió como patrono a San Juan el Precursor, un santo de fácil aceptación para quienes renunciaban a la ley coránica y aceptaban el cristianismo. La imagen de «Sant Joanet», como se le conoce popularmente en Alcalalí, fue labrada en Valencia por Luis Gilabert Ponce a finales del siglo XIX. La importancia de este Santo para Mosquera se pone de relieve en la siguiente canción tradicional:

 

San Antonio está en Benissa,
Santo Domingo, en Jalón;
San Juan está en Mosquera,
Jesús Pobre bajo el Montgó.

 

La ermita de Sant Joan de Mosquera alcanzó tanta popularidad que en la festividad del 24 de junio venían a Mosquera vecinos de todos los pueblos de la comarca de La Marina con motivo del «Porrat de San Joan» que se organizaba anualmente. Este «Porrat» empezó en la época morisca y, después de la expulsión de éstos, continuó celebrándose por los nuevos repobladores de Alcalalí. Esta feria ganó mucho renombre durante el siglo XVIII, y visitantes y feriantes de toda la comarca se reunían año tras año, hasta finales del siglo XIX, cuando fue trasladado definitivamente a Alcalalí.

 

En 1740, el Barón de Alcalalí estableció toda una serie de medidas para regular la celebración de la festividad y encomendó su aplicación al rector y a dos concejales de Alcalalí, que eran los encargados de seleccionar a los feriantes, de cobrar la tasa de cada parada y finalmente, de destinar la recaudación a la reparación y mantenimiento de la ermita de Sant Joan. Pero, poco a poco el «Porrat» fue perdiendo importancia.

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